CALAMITY JANNE MC
Ir de aquí para allá devorando kilómetros con nuestras motos, nos brinda la oportunidad de conocer a muchas personas por el camino y a vivir una serie de situaciones que no se darían de otro modo.
Cuando paramos en las gasolineras para colmar nuestros depósitos sedientos, en esos bares donde saciamos la necesidad de hidratar nuestros cuerpos, en los eventos a los que acudimos regularmente... cualquier lugar es bueno para entablar una conversación con un desconocido, solo por el hecho de saber que nos une la misma forma de entender la vida, o porque a veces, somos como imanes para esas personas de gatillo fácil que sueltan sus miserias con el primero que se lo ponga en bandeja.
Algunos de esos personajes puede ser que se conviertan en amistades que perduren en el tiempo, otros muchos caerán en el olvido y sólo unos pocos, aquellos con los que hemos sufrido una anécdota especial, se convertirán en compañeros de viaje virtuales de por vida, ya que contaremos innumerablemente esa experiencia vivida con ellos y que con el paso del tiempo se convertirá en leyenda.
Esas historias son las que nos causan fascinación y un verdadero interés a todos.
Anécdotas que recordaremos siempre, tanto los protagonistas como los que ya saben la historia, una historia que se seguirá contando en boca de terceros, y que de contarlas repetidamente, las vamos distorsionando y adornando cada vez más y más.
Una historia que seguramente, con el paso del tiempo, ya no se parezca en nada a lo que verdaderamente ocurrió.
No sabemos si esa transformación ocurre sin darnos cuenta o somos nosotros mismos los que necesitamos que esa historia guste cada vez más y por eso la vamos ornamentando y engrandeciendo.
Seguramente esto no es ni bueno ni malo, quizás solo sea una necesidad del ser humano, que a veces necesita que le presten atención y ser el centro de la conversación y la diversión.
Es una faceta que tenemos los seres humanos para comunicarnos entre nosotros, para poder socializar unos con otros sin perder la costumbre de reunirnos, y no solo comunicarnos con las nuevas tecnologías.
El día que nos implanten unos chips y todo esté grabado y documentado (que ocurrirá), cuando vayamos a contar una historia que se pueda contrastar, entonces ya no será divertido contarla, por eso, hasta que llegue ese momento, vamos a dar rienda suelta a vivir aventuras y poder contarlas como nos salga de los huevos... solo es para echarse unas risas:
TONYPINTXOS